Benjamin Chope es un joven de 24 años de edad que el pasado 1 abril, día de los Inocentes en Reino Unido, decidió gastarle una broma a su jefe... y vaya broma... Llevó unos pasteles caseros de gelatina a la oficina en los que metió un total de 30 pastillas de viagra.
Daniel Webber, el jefe de Benjamin, tuvo que ser ingresado de urgencia en el hospital. El hombre explicó que al probar el pastel notó un sabor extraño y más tarde empezó a sentirse significativamente indispuesto. Fue en ese momento cuando Benjamin explicó la broma.
"No tenía intención de dañar a Mr. Webber (el único directivo intoxicado), pero pensó que sería divertido provocar unas erecciones al jefe", explicó la fiscal.
Benjamin fue despedido de la empresa y la fiscal Caroline Bott lo condenó a 80 horas de trabajo sin paga y 12 meses de voluntariado forzoso.
0 comentarios:
Publicar un comentario